21.4.07
7 POEMAS VERTICALES (1963)
1
Porque nada me es indiferente
vivo la realidad de cada día rebelándome.
He aprendido otra arte poética
que hasta ayer ignoraba:
me sumerjo en la vida de los hombres
para forjar el verso nuevo.
Es decir: junto al obrero río,
canto o blasfemo;
al lado del oscuro campesino
me inclino sobre el surco;
sentado junto al oficinista
me hastío entre expedientes.
Por eso el poema de hoy es tan distinto
del que ayer elaboraba en soledad,
casi fuera del tiempo.
Hoy estoy entre todos, en medio de la lucha,
ocupando el lugar que me ha sido asignado.
2
Mar no,
estrella no,
cielo tampoco;
sin embargo hay palabras que nacieron solas,
en completo abandono, desposeídas de todo,
pero que vibran puras,
terriblemente bellas en toda su fiereza,
y que encierran en sí la única verdad,
la sola esperanza
que perdura en el mundo,
como hombre, por ejemplo...
3
Hoy me hace falta un corazón multiplicado,
tal vez un poco menos mío, es cierto
–pero qué importa eso–;
un corazón a flor de piel,
palpable como la angustia, la pena, la alegría,
o como el grito que se deja entrever en el silencio.
Un corazón visible por la calle:
entre mis brazos como un ramo de flores,
entre mis manos como un fruto tierno;
recuperarlo de su oscuro recinto,
ya nunca más llevarlo adentro,
para que cada uno pueda hallar en él una esperanza,
un saludo de amigo,
un motivo de aliento.
Hoy me hace falta un corazón distinto.
Un corazón vestido de overol.
Un corazón que huela a tinta y papel nuevo.
Un corazón musical como el viento.
Un corazón amigo como un libro.
Un corazón con gorra, como los camioneros.
Un corazón sin saco ni corbata.
Un corazón valiente, transpirado, como el de los mineros.
Un corazón que sea el corazón de todos.
Un corazón juguete para los niños pobres.
Un corazón domingo para los jornaleros.
Un corazón albergue para los malheridos.
Un corazón reposo para los campesinos.
Un corazón mañana para los que hoy trabajan.
Un corazón refugio para los perseguidos.
Un corazón pañuelo para todo el que parte.
Un corazón consuelo para los doloridos.
Un corazón blindado para el soldado anónimo.
Un corazón cartilla para los que no aprendieron.
Un corazón recuerdo para los olvidados.
Un corazón ausencia para los que se fueron.
Estoy necesitando un corazón casi infinito,
a la medida de mi anhelo.
Para dejarlo aquí.
Para llevarlo allá.
Para traerlo acá.
Para dejarlo allí.
Multiplicado corazón que busco
dentro del corazón mío:
un corazón sin raza, sin color, sin idioma,
que sólo respondiera a la palabra hombre
cuando se lo llamara.
Un corazón total, ilimitado,
enteramente abierto hacia la vida de los otros.
Un corazón inmenso.
De todo cuanto digo estoy seguro:
hoy no me basta el corazón que tengo.
4
Tomad la mano que te extiendo,
yo tomaré la vuestra;
tended la mano libre
para que otro a su vez
se tome de ella.
Formad una cadena
de amor y trasparencia.
Debo sentir correr mi sangre
por las venas
de todos los hombres de la tierra.
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